Sin duda, un recubrimiento en alto brillo es sinónimo de la más alta calidad de acabado en mobiliario de hogar cocina y baño. El problema es alcanzar la perfección de ese acabado para obtener un reflejo excelente tal como si fuese un cristal y, además, mantener ese aspecto tan duradero como sea posible a lo largo del tiempo. De todos es sabido que los acabados de alto brillo se deterioran fácil y rápidamente como consecuencia de arañazos, limpieza con útiles y agentes químicos no adecuados, etc.
Omar Coatings ha desarrollado un acabado de alto brillo que cumple con el máximo de exigencias para este tipo de barnices nanotecnológicos, el OMARCRIL SH BRILLO. Este producto ha sido desarrollado utilizando técnicas de biomimética, es decir, imitando lo que ya existe en la naturaleza con claros ejemplos de auto reparación, como por ejemplo cuando nos hacemos un corte, el organismo humano puede reparar la zona dañada taponando con plaquetas y luego regenerar dermis y epidermis, o la recomposición total de una parte del cuerpo amputada como es el caso de las lagartijas.
El actual conocimiento de nanomateriales aplicado a polímeros especiales de última generación, junto con técnicas de microencapsulación, nos ha posibilitado el desarrollo de este nuevo producto con propiedades de auto reparación o self healing. OMARCRIL SH BRILLO puede ser considerando como un moderno material que atiende perfectamente a la definición de Smart Coating.
Se trata de una última capa transparente que se suma a un proceso de recubrimiento estándar basado en un fondeado de la superficie y un acabado con color si fuese necesario
Para su endurecimiento requiere un endurecedor a base de poli-isocianatos alifáticos, que dotan al recubrimiento de una perfecta resistencia a la luz ultravioleta, permanencia del brillo y excelente resistencia química. Su principal característica, no obstante, es su gran resistencia a daños mecánicos superficiales como consecuencia de rozaduras, golpes, arañazos u otros que en un recubrimiento convencional supondrían desde la perdida del brillo hasta un deterioro irreparable.
Debido a la alta dureza y su capacidad de deformación frente a estos agentes mecánicos, resulta prácticamente imposible dañar la superficie. Pero, en casos extremos, donde finalmente se hubiese producido alguna marca, es posible devolver al estado inicial la superficie dañada aplicando energía para activar la “memoria” de la fase original. La energía que se debe aplicar es muy simple, aire caliente, infrarrojos, luz del sol, con solo unos minutos es suficiente para conseguir una regeneración integral, o bien dejar pasar 24-48 horas a temperatura ambiente para conseguir dicho efecto.